Estilos // Estilo

Haydee Beneitez

El argumento de las Jornadas provocó algunas reflexiones que invito a trabajar, a mi entender la propuesta de lo que denominan ESTILOS // ESTILO voy a tratar de ubicar lo que tienen de semejante y lo que los diferencia.

Sea plural o singular el tema del estilo siempre toca un tema que insiste y es la IDENTIFICACIÓN la que nos acompaña toda la vida y no sostiene en los discursos con los otros, en un como si supiéramos de que hablamos o supiéramos de que se trata cuando hablamos. Esto nos introduce también en el próximo Congreso Mundial de la AMP. Pero hoy en Mendoza la EOL Delegación nos convoca a investigar diversos caminos para dilucidar estos temas.  Una pregunta a trabajar  en las jornadas ¿El estilo es sólo del sujeto analizante o ponemos también a trabajar también el del analista?  Los estilos producen un efecto segregativo, ¿cómo afecta a la Escuela? ¿es soportable la diferencia?

Se nos advierte  que el plural Estilos apuntaría  a los grupos identificados a un rasgo del líder, además ese rasgo les permite identificarse entre ellos. Grupos religiosos, políticos, terapéuticos, deportivos, barras bravas en todos los ámbitos no solo el futbol. En todos los casos se actúa en pos del bien común pero el psicoanálisis sabe de ese discurso yoico que engaña. Por eso el tema de la identificación es también una propuesta para las Jornadas porque sale mencionada en el argumento.

El tema identificación parece obvio en nuestra jerga, Freud la plantea como “la  más temprana exteriorización de una ligazón afectiva con otra persona”[i] pero Lacan se tomó el trabajo de recorrer en la identificación, lo Imaginario con el espejo, lo Simbólico con el significante como protagonista, y  lo Real primero con la pulsión y luego con el goce o sea  lo imposible de la no relación sexual. Para no caer en la farsa del Yo (je) que domina el discurso veremos cómo Lacan logra no dejarse engañar por su fantasma.

Primero la identificación sucede en los humanos, como una necesidad que surge de algo que nos falta porque alguien nos la  quitó.  Hoy con Lacan decimos el lenguaje es el origen de todos los padecimientos humanos  y nos introduce en el mundo de los engaños  para encontrar un equilibrio buscando una prótesis,  pueden ser disfraces, banderas que levantamos, estandartes que llevamos para soportar lo que no hay aunque esa falta siempre se presenta en forma de inhibición, síntoma o angustia. A veces encontramos una salida a ese destino inexorable y esa salida  es el análisis, que nos deja sin soportes incluso se produce una deflación del deseo pero no hay que ser  pesimista. Ante eso recordamos con Lacan que  hace “un elogio de la subjetividad creativa que renueva la potencia de los símbolos”[ii], hay un número pequeño de sujetos que deben soportar la tarea de la creación, es necesario decir que eso se consigue  con el  Psicoanálisis.

Si tomamos a Freud,  él plantea 7 identificaciones.  Lacan las retoma en el Seminario 12, poco consultado cuya traducción es compleja y se aconseja la de Bogotá. Me sorprende por la elaboración que hace de la Identificación y que gracias a Patricio Álvarez puedo traerles hoy esta indicación que permite aclarar la diferencia entre identificación al rasgo y primera identificación. No la voy desarrollar, pero puedo acercarles lo que restó de esa clase. “Es notable la analogía de ese concepto (el 0 de Frege) con lo que intenté formularles sobre la posición del sujeto apareciendo y desapareciendo en una pulsación siempre repetida, como efecto del significante…”[iii]. Frege se ve llevado a buscar el complemento del 0 y hace surgir el 1 que inicia la serie.

Freud habla de la primera identificación, como incorporación, comerse el padre necesario porque funda el cuerpo, funda un ser, le da vida y ese es el 1 que funda toda la serie de números.  En el momento que se produce la 1 funda el 0 que es el sujeto barrado el cual desaparece. A mi entender, nos encontramos con el momento intermedio entre lo Imaginario-Simbólico (Espejo- Significante) y lo Real Impacto de lalengua como acontecimiento de cuerpo

Solo quiero nombrar las 7 Identificaciones. Freud las elabora en un texto de 3 páginas

  1. Identificación canibalística del padre: Incorporación antes del amor incorpora el cuerpo y el padre le da un ser Instinto de Vida.  Es el 1, función lógica que no se puede predicar que funda el 0. Impacto del padre.
  2. Identificación a un rasgo del objeto amado.
  3.  Identificación al objeto rival (2, 3,4, Formación de síntoma)
  4. Identificación histérica a un rasgo de deseo.
  5. Identificación Homosexual. Todo el Yo se identifica al personaje del sexo opuesto
  6. Identificación al objeto.  Melancolía
  7. Identificación a la masa. El ideal lo encarna el líder y luego de yo a yo entre los adeptos con el rasgo del líder

Es importante pensar la identificación en la época del Otro que no existe, cómo cada uno se las arregla en el lazo con los otros, la violencia, el destrato, los excesos, comunidades de goce que los hace sujetos anónimos bajo el rasgo del líder.  El Psicoanálisis responde en el uno por uno y tiene la particularidad de no hacer desaparecer el síntoma sino que tenemos que servirnos de él como creencia para llevarlo al estatuto de lo imposible. Tarea difícil pero no imposible porque contamos con los fundamentos hasta nuevo aviso del sujeto del Inconsciente, el ser hablante y su goce

El estilo es del orden de lo singular. Miller nos recuerda que “Lacan  dijo que para hablar de Freud se refería al héroe trágico; sin embargo, el mismo se presenta como pionero, en los Escritos como resistiendo en el psicoanálisis a una fuerza mucho mayor las fuerzas de un imperio universal”[iv]. Lacan no se engañaba con este supuesto fantasma heroico y, para demostrar que no fue engañado, presenta esta Obertura mostrando que hay un lugar en su vida velado que se revela en este pequeño escrito de solo dos páginas que son un cierre en 1966 y a su vez una apertura a esos escritos todos dispersos. Esto se presenta como un Witz. Apertura y cierre.

Lacan refiere en su Escrito 1 esta frase de Buffon “el estilo es el hombre mismo[v].  Miller nos aclara que Buffon era muy reconocido en la Academia Francesa, autor de la Historia Natural en el s. XVIII. Esta frase es la definición misma del Estilo.  Buffon dice cada hombre es su estilo  y lo que define al hombre es el estilo. Se anticipa a Lacan al haber definido al hombre en el campo del lenguaje  por su estilo.

Hay una primera lectura que Miller indica que es  Imaginaria de esa frase que Lacan dice “muestra en ese lápiz ser un fantasma del gran hombre” [vi].  Este fantasma lo ordena en su libreto y toma su casa entera. Organizaba toda la vida de la familia al servicio de su fantasma de gran hombre. Lacan no se siente capturado por esa imagen no se engaña con ese fantasma de gran hombre.

Una lectura Simbólico de esa frase Lacan dice que se le puede agregar  “El estilo es el  hombre al cual  nos dirigimos”[vii]. Acá Lacan no lleva a  la comunicación y dice el mensaje viene del Otro. Con esto subvierte a Buffon  en que cree que “Yo soy Yo” cuando en realidad el Otro es quien habla en el sujeto, apelando al mensaje invertido.

En eso párrafos alude a La Carta Robada de Alan Poe y ahora podemos preguntarnos por qué Lacan lo ubica a continuación aludiendo al destino del mensaje. Descifrar nuevamente el mensaje, es hacerse el destinatario del mismo. Aquí aparece según Lacan que el robo de la carta sería la parodia de nuestro discurso. Dice que es “el efecto que nosotros preferiríamos”[viii].

Freud es primero, el héroe trágico. A Lacan no le atemorizaba presentarse como una parodia de Freud aclarando que la parodia es lo que viene acompañando a lo primero, hay una precedencia, luego viene el trayecto parodiado.  Lacan prefiere ese efecto de la parodia al estatuto del amo del pensar. Porque la gracia de la parodia le permite encontrar el rasgo secreto irrisorio que mueve la historia humana.

Miller indica un error en la traducción porque al final no es Poe sino Alexander Pope. Poeta muy inteligente que prefería la sátira al lirismo. Cuando habla del estatuto de la parodia Lacan nos trae un poema El robo del rizo. El autor del poema extrae de esa epopeya un rasgo secreto irrisorio

Hay una linda mujer Belinda y un pretendiente que la sigue y en un momento que estaba frente al espejo le corta un rulo y se lo roba. Este es el tema del poema. Parece que hubo una querella entre las dos familias a partir de un chisme de un Señor. Los 5 cantos de Pope movilizan a los dioses y las diosas alrededor de la querella, que no es más que el rulo de Belinda.

Esa mecha es extraída de esa epopeya, es el rasgo secreto que mueve es esa pequeña cosa que Lacan nombrará objeto a. Alrededor de esta pequeña cosa se moviliza el mundo Imaginario y Simbólico del hombre.

Lacan usa este estilo es decir la irrisión de lo trágico para mostrar la dimensión real del objeto a que surge al final del análisis y que tiene un carácter de epopeya de revelación de esa pequeña cosa que movilizó toda una vida, sus pulsiones sus emociones su sufrimiento. “Es el objeto quien responde a la pregunta sobre el estilo que planteamos a la entrada”[ix]. Toda la epopeya gira alrededor nada más que de esto. Miller entiende que Lacan en sus escritos escribió su epopeya del análisis y su lucha heroica por el psicoanálisis todo esto gracias “de que él  no estaba engañado por su fantasma”[x].


[i] FREUD, S. “Psicología de las masas y análisis del yo” Obras Completas Tomo XVIII, Cap. VII, Amorrortu Editores, Buenos Aires, 1976.  Pág. 99 -104  

[ii] LACAN J. “Función y Campo de la palabra y el lenguaje” Escritos I.  Siglo XXI Editores, Buenos Aires. 2001, Pág. 227

[iii] LACAN, J. (1965) Seminario 12 Problemas Cruciales del Psicoanálisis. Clase 10   -3 de marzo de 1965.- Pág. 133. (Inédito) 

[iv] MILLER, J.-A. (1997) “El deseo de Lacan” Segunda Parte. Editorial Atuel-Anáfora. Pág.57 

[v] LACAN, J.  “Obertura de esta recopilación”. Escritos 1. Siglo XXI Editores, Buenos Aires, 2001.                               Pág. 3  

[vi] Ibíd.

[vii] Ibíd.

[viii] Ibíd. Pág. 4.

[ix] Ibíd.

[x] MILLER, J.-A. (1997) “El deseo de Lacan” Segunda Parte. Editorial Atuel-Anáfora. Pág. 65