El 20 de octubre de 2023 se presentó el libro: La vida impropia: Anonimato y singularidad de Florencia Garramuño[1] (Eduvim, 2020), como parte de las actividades de la BOLM itinerante, en colaboración con la Biblioteca Ricardo Tudela del MMAMM (Museo de Arte Moderno de Mendoza).
La presentación estuvo a cargo de su autora junto a la lectura de textos elaborados por las responsables de la BOLM: Lilian Giubetich y Gabriela Nafissi y de la jefa del área del MMAMM, Mariana Mattar. Las elaboraciones provocadas por el libro de Garramuño, tras la lectura y conversación en torno al mismo, fueron realizadas bajo la temática: Narrativas contemporáneas: géneros & estilos; a los fines de establecer una conversación entre la crítica de arte, las artes visuales y el psicoanálisis, enmarcados en las Jornadas Anuales de la EOL Delegación Mendoza Estilos de vida, ¿a qué apuesta un psicoanálisis?
La vida impropia da cuenta de prácticas artísticas contemporáneas que incluyen formas de organizar la experiencia en común, que ya no se sostienen sobre el predominio de lo humano y de lo individual. Se destacó la agudeza y profundidad de la propuesta de Florencia Garramuño a través de una escritura fluida y abierta a diversos registros de lectura, propicios para la conversación.
En un primer momento, Florencia expuso conceptos troncales desarrollados en su libro, a través de numerosos ejemplos provenientes de las prácticas contemporáneas latinoamericanas que trabajan con formas de lo impersonal y anónimo e insisten en interrogar la intensidad de una experiencia que es irreductible a un yo. Obras de autores diversos: Diamela Eltit, Gian Paolo Minelli, Sergio Chejfec, Jonathas de Andrade que elaboran formas de acceder- de narrar, de exhibir, de discutir – a una vida anónima que viene a reemplazar la vida individual o subjetiva, exponiendo una preocupación por lo viviente que ya no se reduce a la vida de un sujeto, de un pueblo, o de una comunidad; ni siquiera a la noción misma de vida humana. Se detuvo, especialmente, en las obras O peixe (2016), un film de Jonathas de Andrade en el que el realizador acompañó a pescadores de Alagoas, proponiéndoles un abrazo ritual con su presa, hasta la expiración. Narrativa a partir de una noción de vida impersonal que desprende las historias de la vida de un sujeto, de un individuo para concentrarse en una vida (como energía, como chispa). Formas de poesías donde los sujetos aparecen destituidos de toda interioridad ( en Cosas de Edgardo Dobry, Afecto, de Carlo Cociña). En Mano de obra el texto utiliza en el primer capítulo la primera persona del singular; en el segundo, se vacía de interioridad para hacer emerger unos personajes siempre privados del poder de decir yo, despojados de tener un rostro. Vaciamiento del lugar del sujeto, voz sin propiedad y sin autoridad. Impropia ante sí misma e impropia frente a los lugares y discursos que la habitan; esa voz articula una constante postergación de la identidad. También presentó los trabajos: Marcados de Claudia Andújar y Zona Sur- Barrio Piedrabuena de Gian Paolo Minelli, donde la exposición de los rostros de los pueblos, logran sacar al retrato de las individualidades y, en cuyo caso, exponen el ser en común de algunas comunidades (con citas a Jean Luc Nancy y Didi- Huberman). También sobre Rosângela Rennó y su instalación Inmemorial donde la artista exhibió: la amnesia social y la persistencia espectral de las violencias perpetradas en torno a la construcción de Brasilia, a partir de la consideración del vector impersonal en pos de evidencia la persistencia de una vida, presentando lo anónimo como proceso de distanciamiento (Rancière, 2005). Otros ejemplos que brindó Florencia fueron: Nostalgia de la Luz (2010) de Patricio Guzmán o Soma o Redor (2012) de Kleber Mendonça Filho.
A continuación, Mariana Mattar leyó su texto: De cómo coexisten Garramuño, Muhammad Ali, Sole Manrique Goldsack y la escena local. Planteó la problemática que supone definir las prácticas artísticas de la escena artística mendocina y la dificultad de localizar un rasgo que la identifique. Recortó del libro, el concepto de Ser singular plural de Jean Luc Nancy. Enfatizó el impacto que le produjo la obra de Gian Paolo Minelli, respecto del capítulo: Singularidades expuestas; esto es exponer a los pueblos no en su singularidad, no en calidad de esencia reunida sino de existencia dispersa. Lo asoció con la exposición: Besar la cicatriz de Soledad Manrique, coexistente con otras exhibiciones, actualmente, en el MMAMM. Trajo a colación el poema ME WE de Muhammad Ali que Manrique eligió como síntesis de su trabajo artístico, deportivo y afectivo en el universo del boxeo. Poema que trata sobre la transición de un hombre, de uno a muchos, de la singularidad a la pluralidad y del egoísmo al altruísmo. Es la historia de Muhammad Ali. Besar la cicatriz, agrega Mattar: es sanar en forma colectiva, trascender el ego y universalizar la fuerza suave de los cuerpos que en esta exposición se reúnen. Abrió a una lectura acerca de la potencia de los cuerpos en el encuentro y su relación con los espacios públicos. Citó a Judith Butler sobre lo que ella llama las formas de performatividad corporeizada. Se refirió además a la práctica de boxeo dirigida por Soledad Manrique y los efectos de una gran performance mixta y plural como manera de potenciar lo colectivo, más allá de la exposición individual de la artista. Para concluir, cita a Garramuño: … la vida anónima se configura en esta poesía como un modo preciso de pensar e imaginar nuevos modos de vivir en común, nuestra común coexistencia, quizás podemos reconocer… el parpadeo de una tímida luz que a mí, sin embargo, me parece nada desdeñable.
En segundo lugar, Gabriela Nafissi presentó: Lo impropio en el arte, en el psicoanálisis. Efectuó un recorrido desde las nociones de estilo desde Buffon a los estilos en las prácticas contemporáneas de las artes para ubicar el estilo singular y los efectos de estilo en el trayecto de una experiencia analítica, cuya noción es subversiva, en tanto se pasa del yo al objeto a; el cual se revela al final de un análisis. Analogó el esfuerzo que requiere el trabajo en un análisis: el asir lo singular de cada quien, sudar por lo singular y la práctica del boxeo (a propósito de la muestra de Soledad Manrique). Además de las distintas estrategias que van permitiendo anticipar el golpe, la caída, el tropiezo o bien, estar advertidos. Y los efectos de estilo como las resonancias respecto de una cierta manera de alojar el vacío, la de cada uno. Diferenció el estilo que supone un trabajo por la vía del arte y su producto: la obra, del trabajo en un análisis, cuyo acceso a lo impropio de cada uno, eso ajeno, extraño por fuera de lo simbólico y lo realizable pone en juego lo real, para aludir a lo impersonal de cada personne (citando a Luis Tudanca). Retomó el libro de Florencia para abordar aquello impropio que ella deduce de ciertas prácticas artísticas contemporánes. Aquello que no se reduce a la noción de vida humana: esa dimensión de lo inhumano en lo humano. Citó al filósofo cordobés Tatián, sobre su libro: Lo impropio el cual se refiere al valor del testimonio frente al negacionismo de estado. Acudió a dos obras que resuenan con la noción de lo impropio y que forman parte del libro de Florencia: Nostalgia de la luz de Patricio Guzmán, y Marcados de Claudia Andújar. Prácticas artísticas que nos despiertan del cada uno está en su mundo para abismar inéditas la vida en común y ponerles la voz a los malestares del sujeto contemporáneo.
Lilian Giubetich realizó su comentario del libro a partir de repasar los distintos géneros artísticos abordados por Garramuño y sus soportes: documentales, films, narraciones, poesías, instalaciones, performances y fotografía. Destacó la profundidad y meticulosidad de la autora, recortando la noción de deconstrucción de la subjetividad y vida impersonal. Tomó la cita de Deleuze en torno a la vida como pura acontecimiento, destacando no obstante la vida impersonal y, sin embargo, singular. Enfatizó una serie de preguntas que se hace la autora: ¿Qué es lo que ha disparado esta nueva preocupación con la vida y lo viviente desde una perspectiva impersonal? ¿Cómo comprender el nuevo protagonismo de figuras colectivas y anónimas? ¿Qué nos dicen estas prácticas del modo en que organizamos y comprendemos la experiencia en el mundo contemporáneo? Se interesó, en especial, por abordar la literatura documental en Jorge Chejfec en Modo linterna, o Delirio de Damasco de Verónica Stigger; quienes se preguntan sobre el modo de lidiar, arreglárselas en el presente con el olvido, los restos, la amnesia y los vestigios vivos. Ese resto que se escapa, del cual podrá emerger una nueva revuelta” en Mano de obra de Diamela Elttit, algo nuevo, que permite reinventar, reinventarse. De allí toma la noción de restos para pensar desde el psicoanálisis la fuerza de la invención. Pone el ejemplo del trabajo del sujeto del inconsciente en el sueño: el modo en que toma restos de sentido, restos diurnos (en Freud) y de qué manera el deseo inconsciente se vale de dichos restos para hacerse representar hasta su límite de interpretación: el lugar del ombligo del sueño, el resto real. Respecto del fin de análisis recupera la noción del resto fecundo del objeto a y el sinthome por cuyo saber hacer con los restos, se encuentra del lado de la vida. No se trata de recuperar lo perdido sino de perder lo perdido. Inventar un saber posible, un saber hacer, con esos restos. El arte es un ejemplo de todo eso. Para finalizar, destacó la importancia de poner en relevancia a una vida, ubicar la fuerza de la invención subjetiva. Y a partir de allí reinventar cada vez con nuestros restos, lo contingente que aparece en cada uno.
Para finalizar, se realizó un brindis y Florencia firmó ejemplares a los presentes, entre quienes se contaban psicoanalistas y personas afines a las artes.
[1] Florencia Garramuño nació en Rosario, Argentina. Es escritora y crítica de arte. Reside actualmente en Buenos Aires. Estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires. Se especializó en Teoría Literaria y Literatura Latinoamérica contemporánea. Obtuvo un doctorado en Princeton University y un posdoctorado en la Universidade Federal do Rio de Janeiro. Actualmente, es profesora en la Universidad de San Andrés, donde además dirige el Programa en Cultura Brasileña desde 2005, y en la New York University en Buenos Aires.