Asuntos de ciudadanía analítica
Gastón Mena
- ¿Por qué articular los términos Política y Escuela?
¿Qué tendría que ver el Psicoanálisis con algo como la Política? La primera vez que esta pregunta se me presentó, no parecían términos cercanos. Sin embargo, pronto las evidencias estaban ahí: la apertura del Seminario 11 y su contexto, el descubrimiento de los llamados Textos institucionales, los escritos que argumentaban la crítica hacia el funcionamiento de la IPA…. La política atravesaba no solo los textos, sino sobre todo las acciones de Lacan. Enero del 64 es una marca en ese punto; su Seminario se dicta en un nuevo lugar, la Escuela de Altos Estudios de la Escuela Normal Superior. Conocemos el contexto: Lacan ha sido objeto de negociación por sus pares, ya no figura en la lista de didactas de la IPA; en la clase titulada La Excomunión, podemos encontrar el término que Lacan elige para designar su posición: Refugiado. Agrega que esto tiene que ver con la base, en el sentido local y hasta militar del término, la base de su enseñanza.
El Acto/a de Fundación de la Escuela, fechado el 21 de junio de 1964 prácticamente coincide con la finalización del Seminario 11. Estos dos momentos que son escansiones en la enseñanza de Lacan muestran que, desde el inicio, la Política y la Escuela pensada por Lacan están articuladas; su movimiento es frente a una decisión política de la IPA. Allí se da una definición amarga de la política: “Todos saben que la política consiste en negociar, y en su caso al por mayor, por paquetes, a los mismos sujetos, llamados ciudadanos, por cientos de miles (…) ser negociado por colegas, y hasta alumnos (…) recibe a veces, visto desde fuera, otro nombre”[1] . Ricardo Seldes ya ha arriesgado cual es la palabra faltante allí: Traición.
Es en la “Nota adjunta” – escrita seis años después- al “Acto de Fundación” donde al aludir al término Escuela Lacan especifica que debe ser entendido “en el sentido en que en la Antigüedad significaba ciertos lugares de refugio, incluso bases de operación contra lo que ya podía llamarse malestar en la civilización”. Reencontramos aquí el par refugio/base.
Siguiendo esta referencia, entiendo que, en su Escuela, Aristóteles reflexiona sobre Política y a partir de este par inicial Escuela- Política, podemos construir un cuadrángulo que nos es de interés: Escuela- Política- Comunidad- Ética
En “Ética a Nicómaco” encontramos que no habla de la Política en forma aislada, sino ligada a una ética. Dedica dos libros a la Ética Política, destinada al ciudadano, donde expresa que lo importante para la condición humana no es solamente la felicidad personal, sino la referencia a algo comunitario. El hombre como ser político vive en una comunidad y por ende participa de una obra común.
Hablamos de política de la Escuela entre otras razones, porque para Lacan no existe el analista aislado, sino que vive en una comunidad analítica más allá de la soledad de su acto en lo clínico, donde sostiene una ética. “Lacaniano designa tanto una soledad subjetiva como una formación colectiva, un conjunto constituido por soledades de cada uno en su relación con el ideal, separado del significante amo que lo nombra. Estas soledades en plural componen, una por una, el colectivo constitutivo por una Escuela de Lacan, la Escuela de Lacan en tanto concepto”[2]
¿Por qué una política? Dos aproximaciones en la obra de Lacan
Miller ha distinguido en el seminario “Política Lacaniana” tres acepciones de la política: a) la política en general – opiniones de Lacan sobre diversos temas, menciona por ejemplo la doctrina sobre el capitalismo, o sobre el poder; b) la política en el psicoanálisis “concierne a la posición de Lacan , de los analistas, especialmente con respecto a (…) la IPA, y en relación con los colegas, con los alumnos, con los pacientes, con el público y con la disciplina en tanto tal; y c) la política en la cura ligada a las finalidades de la cura. Tomaremos dos vertientes.
Encontramos a) una primera aproximación a la política en el escrito sobre “La Dirección de la cura y los principios de su poder”. Allí se presenta la tríada táctica, estrategia y política articulada a la interpretación, la transferencia y el fin de análisis; indicándose que la política es la que dirige, orienta y rige las otras dos. Esta referencia que en principio es militar, señala más bien preguntas eje: ¿por qué se hace algo?; ¿en qué dirección se va?, es decir se refiere a los fines y por esto se liga a los finales de análisis. Lacan vincula la política a la cuestión del ser, política del ser o de la falta en ser. Es el aspecto en que el analista es menos libre, y donde Lacan observa que es mejor ubicarse por su falta en ser, no por su ser. Este texto es dos años posterior a Situación del psicoanálisis en 1956, escrito político diríamos de fuerte crítica a la IPA. Entiendo que el planteo allí es no sustancializar un ser del analista, prefiriendo una pregunta respecto de qué es el analista a definiciones que tengan que ver con identificaciones, por ejemplo, la identificación al analista como idea de fin de análisis; o a definiciones propias del atravesamiento de un programa de formación y un análisis didáctico. Esta perspectiva hace a toda la diferencia entre una Sociedad Analítica y una Escuela. En una Sociedad analítica todos son analistas que se reconocen entre sí por un rasgo de identidad como analistas. La Escuela por otra parte, comporta un agujero: no hay El analista, no hay Otro que garantice ni el ser del sujeto ni el ser del analista. En estas aproximaciones notamos que la Política no es un tema aislado, sino que está articulado a lo epistémico y clínico.
b) Una segunda aproximación la tenemos en el Seminario 17 El Reverso del Psicoanálisis. En este seminario se plantean temas articulados a la política, en este caso tomaré la noción de saber y los efectos de la misma de acuerdo a su ubicación discursiva.
Se distingue que el psicoanálisis se dirige hacia la noción de un saber no sabido “Así pues, la experiencia psicoanalítica pone en el centro, en el banquillo, al saber”[3] . Una primera referencia que nos trae el texto es el de los filósofos del Escepticismo, con “su puesta en cuestión radical de todo saber”
Es así que se va introduciendo la idea de un saber no todo, agujereado diríamos y que “la idea de que el saber puede constituir una totalidad es, si puede decirse así, inmanente a lo político en tanto tal”[4] .La idea de un saber totalizante apunta a una forma de consistencia en la política, una forma de sostener la política en tanto tal. Si consideramos que cada formulación discursiva determina un tipo de lazo social, la ubicación del todo-saber en el lugar de Amo, promueve “la nueva tiranía del saber”[5], su uso a partir sobre todo del Discurso del Amo o podríamos pensar desde el Discurso Universitario; una de las dificultades del Discurso Universitario es que el Significante Amo queda en lugar de la verdad lo cual cortocircuita la pregunta.
Vemos la importancia del Discurso del analista para presentar su aporte diferencial ante la incidencia actual del Discurso no solo Universitario, sino de la Ciencia y Capitalista. Esto a partir de sostener una nueva versión del saber que conlleva una distinción en cuanto a su noción de política, que se orienta hacia una lógica del no todo y posibilita agujerear los saberes que se presentan como totalizantes o cerrados: “La idea imaginaria del todo (…) siempre fue utilizada en política, por el partido de los predicadores políticos. Puede haber algo más bello, pero también menos abierto.”[6]
Conclusiones
La Escuela de Lacan no es una Escuela standard, implica un agujero. Es una formación colectiva, que requiere un compromiso y es la sede de un trabajo. Implica una elección: “Lo que pone en tela de juicio la proposición del 9 de octubre de 1967 es saber si el psicoanálisis está hecho para la Escuela, o bien la Escuela para el Psicoanálisis”[7]
Mañana el Psicoanálisis, esa parece ser una buena razón para que exista una Política de la Escuela, política lacaniana que se interesa por la formación de analistas y porque el psicoanálisis no sea eliminado como un trastorno más, como un síntoma perturbador de la cultura por considerarlo extemporáneo, herético, ideológicamente inconveniente. Las advertencias en Lacan no faltan, así como el señalamiento de puntos donde debe interpretarse y abordarse el malestar en el psicoanálisis: “Se trata de saber qué puede, qué debe esperarse del psicoanálisis, y que ha de ratificarse como freno y aun como fracaso”[8].
El desafío político que se presenta a la Escuela comporta tomar posición frente al malestar de la época y aun frente al malestar en el mismo psicoanálisis.
Si la política se refiere en su etimología a los asuntos de los ciudadanos, nos encontramos con una política de la Escuela ya que solicitamos la ciudadanía en el psicoanálisis de la orientación lacaniana. Así nos abrió la puerta Lacan:“Es a ellos a quienes se abre la Escuela para que pongan a prueba su interés, no estándoles prohibido elaborar su lógica”[9]
[1] Lacan, Jacques, 1964, El Seminario Libro 11 Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis, Bs As,2003, Paidós, cap. 1 “La Excomunión”, pág. 13.
[2] Harari, Angelina. “Política lacaniana”. 2018 – Discurso de asunción de la nueva presidente de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Disponible en wapol.org, 2018
[3] Lacan, Jacques,1964, El Seminario Libro 17 El Reverso del Psicoanálisis, cap. “El Amo y la Histérica”, Bs As, Paidós, 2003, pág. 31.
[4] Ídem.
[5] Ídem, pág. 32.
[6] Lacan, Jacques, 1964, El Seminario Libro 17 El Reverso del Psicoanálisis, cap. “El Amo y la Histérica”, Bs As Paidós, 2003, pág. 31.
[7] Lacan, Jacques, 1969, Otros Escritos, “Exhorto a la Escuela”, Bs As, Paidós, 2012, pág. 313.
[8] Lacan, Jacques, 1964, El Seminario Libro 11 “Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis”, Bs As, Paidós, 2003, cap. 1 La Excomunión, pág. 14.
[9] Lacan Jacques, 1964, Otros Escritos, Acto de Fundación-(Nota para el Anuario,1971), Paidós, Bs As, 2012, pág. 258